Desde muy temprana edad me he aferrado al valor de pasar desapercibido.
Cualquiera sea la forma de expresar mis intentos, tienen como norte esencial, ser útil, ofrecerme, darme en toda la extensión imaginaria del término, sin esperar nada a cambio, y no buscar jamás algo que se aparte de ese objetivo primordial para mí.
De ese modo es como mejor me siento, cuando con más serenidad se expresa mi naturaleza, en el transcurrir de mi cotidiano vivir.
Con esa convicción he procurado en mi ya largo caminar, no caer en la tentación de dejar a un lado la sencillez, por la tontería de buscar lo que no me permito ni necesito,
Me siento muy feliz con cuanto se me ha permitido ser y hacer, como para perturbar ese estado de mi alma a esta altura de mi vida, y no he de abandonar nunca ese rumbo, a cambio de lo que para mí no puede ingresar en mi universo interior, que es promocionarme o la falsedad de figurar, que sería aparentar lo que no deseo ni soy...
Si algo de mí le es útil a mis semejantes, con eso me basta, ya tengo el premio, que por otra parte no es ningún mérito, puesto que tengo muy claro el imperio de compartir cuanto se me ha dado...
Con esa convicción he procurado en mi ya largo caminar, no caer en la tentación de dejar a un lado la sencillez, por la tontería de buscar lo que no me permito ni necesito,
Me siento muy feliz con cuanto se me ha permitido ser y hacer, como para perturbar ese estado de mi alma a esta altura de mi vida, y no he de abandonar nunca ese rumbo, a cambio de lo que para mí no puede ingresar en mi universo interior, que es promocionarme o la falsedad de figurar, que sería aparentar lo que no deseo ni soy...
Si algo de mí le es útil a mis semejantes, con eso me basta, ya tengo el premio, que por otra parte no es ningún mérito, puesto que tengo muy claro el imperio de compartir cuanto se me ha dado...
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