sábado, 30 de diciembre de 2017

NO PERMITIRÉ EL VUELO HUMILLANTE DE MI DERROTA...

Hoy damos vuelta la hoja del último día del año 2017.

Le abro el portal a un año nuevo, con sueños nuevos, gritando hacia los cuatro vientos los desafíos que tengo por delante al subir al ring donde siempre he peleado la vida frente a los contrincantes que las circunstancias me han ido poniendo por delante...

He recibido golpes, pero no me han dejado fuera de combate, porque estoy entrenado para asumir resuelto un nuevo tintineo de campanas anunciador del round siguiente, que siempre será el penúltimo para mí...

Le he dado una orden terminante a los que me asisten, y es la de hacer desaparecer la toalla que no hará jamás el vuelo humillante que manifestará mi derrota, dado que mientras un suspiro me asista yo tendré la posibilidad de responder al conservar la esperanza de un golpe que me permita salir airoso del encordado...

Siempre me aferraré a dejarle a los míos, ese intangible con el que me identifico tanto, por ser el que define con sencillez mi naturaleza, el que vence mis fragilidades, el que enciende el rojo de mi semáforo interior, y el que le da luz verde a los propósitos que le dan verdadero sentido a mi caminar...

Y cuando se me aproximen los golpes a traición, encontrarán la resistencia de mi dura coraza, tan dura como el diamante, la que me fui forjando paso a paso, que impedirá que me hieran y me volteen
dando comienzo al conteo final que no ocurrirá si depende de mí...



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