lunes, 2 de mayo de 2016

APRENDÍ CON GOLPES, Y SACRIFICIOS...

Tengo gracias a Dios, hondas certezas arraigadas en mis entrañas.
 
Que logré hacerlas mías, que legítimamente defiendo, que considero inviolables, y a las que nada ni nadie podrá opacarles el resplandor, ni hollar con sus botas si intenta pisotearlas...
 
Porque no podrán llegar a ellas, al poseer fortalezas que me fui construyendo ladrillo a ladrillo, piedra a piedra, desde niño.
 
Lección que me dieron y aprendí, con golpes y sacrificios a los que me expuso la vida, pero con ellos me fui forjando y adquiriendo dureza, sí, como la del diamante, sustancia a la que no se le puede hacer marcas así nomás..., de modo tal que pudiera salir a la vida con una armadura que ni a traición se le perfora..., dado que estoy persuadido y convencido que no depende solamente de mí, sino de los modelos que han guiado mi sencillo peregrinar, ya largo por la existencia...

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