Rusia y China se empeñan en bloquear una salida definitiva del régimen despótico, tan macabro como otros que ya se han liquidado, en esa primavera árabe que despertó para liberar a pueblos oprimidos durante décadas.
Es una verdadera vergüenza lo que está ocurriendo, sin que la comunidad internacional encuentre una solución urgente ante las torturas y asesinatos que se difunden en vivo y en directo, por la extrema maldad enquistada en esos espacios de poder dictatoriales sin límites.
En el mundo hay muchas zonas conflictivas en las que se atenta contra la vida y la dignidad de los pueblos, con explotaciones aberrantes que los van matando poco a poco.
Hay que detener ese horror y no silenciarlo con las mordazas del desinterés y del miedo...
En condiciones extremas como las que se señalan, no es posible mirar de lejos esos dramas humanos y adoptar una postura prescindente sin caer en culpable complicidad.
No se nos ha dado la vida para pasar por ella jugando al juego fácil e inconducente con cartas insensibles, marcadas con signos de cobardía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario