domingo, 26 de febrero de 2012

Los mercaderes atropellan...

El mundo está convulsionado por diversas razones, entre otras, porque aprovechando el caos reinante, los mercaderes atropellan y trafican con sus diferentes productos:


*)los armamentos, para los que son necesarias las guerras que tantas veces son legitimadas con diplomacias cómplices


*)las drogas, para enriquecerse también matando con flagrante maldad


*)los medios de comunicación flechados, para continuar con la indetenible manipulación con la que nos vapulean para no dejarnos pensar


*)el escándalo y la frivolidad, porque resulta muy rentable invadir la vida privada de los demás


*)la perversa especulación financiera, para que la brecha entre los más ricos y los más pobres sea cada vez más ancha


*) los envilecimientos de conductas, para ver quién explota más a quién con malvada mezquindad


*) las desacertadas conducciones políticas, para que el descreimiento cunda y las crisis estallen en medio de las desesperanzas


*) el materialismo salvaje, para que la espiritualidad y la solidaridad se diluyan


*) el oscurantismo cultural, para que no prevalezca el despertar que es el vehículo que conduce a la verdad...


Se podría seguir, por supuesto, muchas perlas negras más se podrían agregar respecto a los que trafican con esas endemias, que al fin terminan en incontrolables estallidos.


Los mercaderes atropellan, pero no a todos se llevan por delante. Tampoco a todos confunden ni a todos silencian, sobretodo a los que tratan de superarse para no claudicar, a los que se esfuerzan por un despertar y cómo obviarlo, a los que tienen el coraje de no tener miedo y no doblarse ante el garrote insensible de las injusticias.


Cuando se lleva a cuestas la inmensa carga del amor, y con él se le hacen frente a las tempestades definiendo las situaciones y a las cosas por su verdadero nombre, no es tan fácil que los engullan las turbulencias ni se silencien los supremos derechos de la dignidad...


Ese es nuestro mensaje de esperanza para todos y muy especialmente para quienes vienen detrás, sin dejarse confundir por los que atropellan sin alma...

No hay comentarios:

Publicar un comentario