Desde temprana edad sentí la firmeza de una convicción: la de vivir comprometido e involucrado con las Verdades que se han arraigado en mi ser, en mi naturaleza combativa que nunca me ha permitido conformismo alguno, y mucho menos, desfallecer...
Jamás necesité de protagonismo alguno, simplemente he ido de frente, frontalmente en el ,sencillo caminar de mi cotidiano vivir..., el que con el paso de muchos años (nunca es tarde para alcanzar certezas esenciales) se imantó con la Verdad Cristiana, al "creer sin ver".
Y entonces, más me sentí comprometido e involucrado, sin querer ni poder silenciarme, respecto a la deriva política de la actual conducción, cuyo primer responsable es quien ocupa, lamentablemente, el sillón de mando en la Moncloa.
De ahí que venga reclamando, reiterando y deseando, "que algo tiene que ocurrir para interrumpir esta tortura sin destino, incluso antes de la crisis sanitaria que se desató con la pandemia".
La pandemia vino a agravar fatalmente la situación sanitaria, con la muerte de sanitarios y tantos contagiados, además de las consecuencias sociales, económicas y financieras del confinamiento que tanto viene afectando la vida de la población, y ¡vaya que se han aprovechado de ella, para desmanes adicionales, los actuales conductores, que ahora buscan tablas de salvación ante la situación incontrolable que requiere ayudas externas, imprescindibles...
No hay comentarios:
Publicar un comentario