viernes, 24 de mayo de 2019

"VOLVER..."

En forma recurrente suelo "volver" a mi ayer, quizás buscando en él tantas cosas que no han podido ser, o tantas cosas ausentes en este presente tan confuso y convulso, vaciado de aquellos encantos que nos han atado siempre a los sueños, que nos hacen desear no despertar nunca...

"Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos, van marcando mi retorno..." dijo el letrista  en el inolvidable tango.

¿Serán "las mismas que alumbraron con sus pálidos reflejos, hondas horas de dolor...?"

No, ya no pueden ser las mismas, puesto que ni yo soy el mismo, por la transformación constante que se produce en el discurrir del tiempo y el advenimiento de nuevas circunstancias.

Pero aunque yo sí quise el regreso, no puedo negar la certeza de que "siempre se vuelve al primer amor",  como lo fue para mí el viejo barrio con "la quieta calle donde el eco dijo, tuya es mi vida, tuyo es mi querer..., bajo el burlón mirar de las estrellas, que con indiferencia hoy me ven volver..."

Ya no serán las mismas estrellas, sus señales pertenecerán a otras, otros los pálidos reflejos, o esos guiños que me decían de niño, cuando empecé a entender, que mi madre muerta me hacía guiños desde una estrella titilante..., y de tanto que me lo repitieron terminé por creerlo primero, y unos años más tarde, al no recordar nada de ella por su partida cuando yo tenía apenas veinte meses de vida, terminé idealizándola,  y para siempre...

Y hoy al "volver", "con la frente marchita, las nieves del tiempo poblaron mi sien,  yo también siento "que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que es febril la mirada errante en las sombras te busca y te nombra..." en medio de la inmensidad insondable del cielo, y en ese vacío total que siempre sentí de ella, no puedo decir; "vivir..., con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez..."

Y tampoco sentir  que "tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con la vida, tengo miedo de las noches que probladas de recuerdos encadenan mi soñar..."

Porque apenas he logrado ser un peregrino, un simple viajero dispuesto siempre a partir hacia un objetivo nuevo, buscando un horizonte nuevo sin rehuir jamás al conjuro de una búsqueda constante de uno y otro desafío, para alcanzar otra etapa, mientras me aproximo paso a paso a la meta, mi destino, que está en el más allá, transpirando el derecho de conquistarlo...

Por eso, tan sólo por eso "volver..." para mí es un acto más de Amor que mi determinación no me permite huir del norte por el que he optado, porque sería claudicar de los imperios de mi naturaleza al no consentirme. "pero el viajero que huye, tarde o temprano detiene su andar, y aunque el olvido que todo destruye haya matado mi vieja ilusión...", sí acepto que "guardo escondida una esperanza humilde, que es toda la fortuna de mi corazón..."

En definitiva, es el Amor, es la Esperanza, pareja inseparable, como la que conformaron Carlos Gardel y Alfredo Lepera, en el tango, y ellos ¿para qué volver? si ya han alcanzado su destino y ahora deben estar juntos componiendo, para que sus ecos sean sentidos por los habitantes dispersos en los laberintos del cielo.....

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