El 26/1/2019 registré: luego de un triste después...
Lograron rescatar el cuerpo sin vida de Julen, y ahora comienzan las investigaciones en el marco judicial, la autopsia revelará las causas precisas de su muerte, se podrán definir responsabilidades, la naturaleza del incomprensible tapón que le cayó encima, pero..., no todo fue en vano...
Han sido enormes los esfuerzos humanos, el despliegue técnico empleado, la sensibilidad de los vecinos, el sufrimiento de sus padres que vuelven a ser tremendamente castigados, las diferentes disciplinas profesionales allí presentes con especialistas en cada materia, la indeclinable lucha con la montaña que se empeñaba en prolongar las tareas del rescate, la prudencia en las informaciones, la constante presencia de los medios de comunicación, la coordinación general, la delegación del gobierno, lo mediático del tema que llegó a trascender fronteras, y con todo ello, el milagro divino no nos devolvió con vida al pequeño...
Pero no todo fue en vano..., porque puede salvar otras vidas.
Porque hubo sí un milagro manifiesto al precio de la vida de Julen, que con su martirio, ha dejado claramente establecido, cómo ha sido posible que se unieran tantas voluntades solidarias aplicadas de diversas formas a colaborar en su rescate, e hicieran esa alianza sensible, solidaria, generosa al extremo, como manifestación de un pueblo, el español, con tal de salvarle la vida a un angelito, víctima inocente de culpas irresponsables...
Y con el precio de su vida, también, dejar en evidencia a todos aquellos que van dejando trampas mortales, para que el milagro divino los induzca en parte a repararlas en bien de los demás, dado que todavía están a tiempo de responder al responsable llamado que ha hecho el Delegado de Gobierno, para no causar más daño como este, que se llevó la vida de Julen.
¡Cuántas podrán salvarse, si hacemos algo para que ese millón de pozos que dicen existen en toda España, no se conviertan en trampas mortales para nadie más!
El milagro divino no siempre es entendido adecuadamente, ni se expresa como lo hacen los hombres tantas veces con procedimientos inadecuados, "en renglones torcidos..."
Pero está allí, o en todos lados, subyacente, incluso al servicio de los que no creen en ÉL.
En el cotidiano vivir, hay pruebas irrefutables de ÉL y de ello...
Y si no...., "que tire la primera piedra" quien se atreva a negarlo, cuando eventualmente un hijo suyo pueda caer inocentemente en una trampa como la que sepultó la vida de Julen.
Ante ese extremo, seguramente que va a creer en la esperanza de un milagro divino, que lo sacuda por dentro..., para no tener que soportar la tragedia que se lleva una vida inocente.
En el cotidiano vivir, hay pruebas irrefutables de cuánto enseña el sufrimiento, y en forma más manifiesta, para quienes el dolor de sus semejantes no les resbala ni es ajeno para ellos...
¡Y todo cuanto llegaremos a saber, cuando el sumario se complete y se haga público su contenido!
¡Y todo cuanto un estado del alma personal y colectivo, nos ponga en alerta contra los tramposos...!
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