jueves, 18 de enero de 2018

NUNCA ME AFERRARÉ A LA CONFORMIDAD...

Los intentos de mi vida han respondido siempre a los mandatos de mi propia conciencia.

Desde mi niñez se radicó en mí ese valor, me lo inculcaron, y yo le incorporé los condimentos necesarios que más me requerimientos me exigió mi naturaleza. 

Incluso en los pocos años (aproximadamente quince) en que mi actividad laboral estuvo en relación de dependencia obtenida ganando oposiciones, tuve muy claro que más allá de respetar como correspondía esa condición, yo trabajaba para mí, y lo demostré con mis testimonios.

Luego ya en la actividad profesional en forma personal como asesor externo y en forma societaria como asesor de empresas, como asimismo en las otras actividades de las que fui fundador y socio, fui reforzando actitudes, intentos y valores de los que no he renunciado jamás...

Y pasados los años la expresión escrita y cuantos llamados me han convocado comulgando con mis propósitos por cierto, me permiten un transcurrir repleto de intentos, sintiendo en el fondo de mi alma que mi caminar no se aparta del sendero de aproximación que, gracias a Dios, me va conduciendo hacia el destino que pretendo conquistar...

No obstante, nunca me aferraré a la conformidad, porque en la eventualidad de subir en ancas de ese cansado corcel, sabré que empezará a declinar el verdadero sentido que peleo para mi vida, traicionando los mandatos de mi conciencia..., bajando la guardia y empezando a morir...

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