viernes, 9 de junio de 2017

SILENCIOS REPLETOS DE MURMULLOS...

Llevo ya publicadas cuatro novelas en España. Como me han solicitado una revisión de las mismas, con el fin de extraer de ellas vocablos, expresiones del hablar rioplatense (o más precisamente uruguayismos), con el fin de ser incorporadas a un "corpus" que con ese fin coordina el académico de la Real Academia Española don Ignacio Bosque Muñoz, quien me honra con su amistad y el continuo apoyo a mis propósitos escritos, conocedor y testigo además de la pasión que vive en mí desde hace tantos años.

Aplicado al cumplimiento de ese nuevo llamado, me apliqué a la relectura de mi primer novela publicada en el año 2012 (Chiado Editorial): "UN OSCURO PERFIL", y no he podido evitar el deseo de compartir algunos fragmentos de ese título con los "seguidores" de este blog y los muchos más que me siguen sin registrarse como tales, pero que se comunican conmigo por otros medios desde diferentes países, algunos de ellos muy lejanos e impensables para mí, que también me honran deteniéndose en mis aportes...

Sentí la necesidad de detenerme y transcribir estos fragmentos:


"Mi sencilla pequeñez necesita ayuda, respaldo para elevarme, para que mi decir escrito con aristas rústicas pueda pulirse, deteniéndose ante el curso de un hilo de agua clara que corre en la hondonada, como inquieta culebra de plata...
Sugerente respaldo en alguna hierba, en las espinas que aparecen por el camino y aparentan ser amenazantes, en una piedra suelta por el sendero, en un pájaro que me sobrevuela siguiéndome extrañado por mis búsquedas, o qué sé yo...
En lo que sea podré encontrar en medio de esta soledad, una guía, una señal, algo que penetre en mi corazón, para poder hilar la sutil y envolvente tela protectora invisible, tejida con punto amor, que sea de algún modo útil, también a los que andan errantes, sin rumbo, confundidos derrochando la vida, y pueda alguien aferrarse a ella, y no torcerse, perdiéndose por los confines sin destino..."

Es un modo de expresar mi optimismo radiante, con mi esperanza en el hombre nuevo, bien rumbeado, que sabe el valor de los sacrificios para conquistar sus metas, al no doblegarse jamás..

Es un modo de vivir con la certeza de que la Causalidad nunca nos abandonará, porque estará aquí, allá o más allá..., subyacente en la hierba, en una espina, en las piedras que se patean sin pensar, en el vuelo del pájaro extrañado, o en los silencios repletos de murmullos...


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