En el largo vivir se aprende, si uno no se aferra caprichosamente a los obstáculos que entorpecen el despertar interior...
Ya lo ratificaba en la novela que comencé a escribir el 2/4/2009 y fue publicada en el año 2012: "UN OSCURO PERFIL..." (Chiado Editorial), donde registraba en sus renglones finales:
"Seguramente continuaré entonces hurgando en esta realidad para darle sentido a mis sueños, pues estamos de paso en esta vida, en la que apenas alcanzamos la dimensión de un intento...
Y lo haré del único modo que considero posible, paso a paso aproximándome.
Aprendí a descubrir desde muy joven, que las ideas no se venden, ni se encierran entre rejas, ni se ahuyentan con golpes, ni con latigazos en el lomo, ni tampoco con bombardeos, o gritos destemplados dictatoriales, como no es posible apagarlas con abrazos fingidos, ni con los fallidos propósitos de aspirantes a profetas que inventan falsos dioses de barro, explotando la ignorancia..."
Allí me propuse apartarme y refugiarme en la soledad "para respirar un aire nuevo, menos viciado, mientras tomo distancia de ruidos innecesarios para dialogar más profundamente con los silencios (que suelen estar poblados de murmullos), propiciando que la memoria se agigante y se abra paso en los renglones vacíos...", y de ese modo expresar el coraje de no tener miedo "al abordar desafíos que procuren configurar un nuevo milagro divino en el hombre nuevo, porque el hombre viejo nos tiene hartos de oscurecerlo con sus caprichos, usando a su antojo la libertad de su albedrío hecho libertinaje..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario