Ahora el tema principal, y el más convocante y con sobrada razón, es controlar y vencer el coronavirus que nos ataca, nos contagia y ya se ha llevado muchas vidas...
Los profesionales, los técnicos son quienes deben asumir el protagonismo tutelando el complejo problema que a escala poco menos que a nivel mundial, hay que resolver en forma prioritaria, y no ser aprovechado con bajezas políticas...
Ya vendrán después tiempos de reflexión profunda, y de investigaciones que al menos nos aproximen a las causas, a los orígenes, al punto crítico, a la adjudicación de responsabilidades; ahora, es imprescindible cumplir con el deber colectivo fijando procedimientos, cumplir con los hábitos de higiene en la dura tarea de liberarnos de ese mal y que la especie contribuya en aras de su propia salvación...
No es el único problema global que tenemos encima y que de una forma u otra tendremos que resolver, en la medida de cada habitante del planeta cumpla también con su cuota de corresponsabilidad frente al riesgo común...
Pero también debemos tener asumido, que la actual coyuntura, no debería ser una vulgar tapadera que nos aparte de todo aquello que no podemos obviar y menos distraernos, manteniendo latentes y sin olvidos, el estado de alerta en cuanto a la preocupante situación provocada por la actual conducción política, que por sus actos ha ingresado por senderos declinantes, aceptando la ignominia de dejarse humillar, amenazar, e insultar, sin haber reaccionado con dignidad contra quienes no sólo a ellos han subestimado para someterlos de forma tan hiriente, sino también a la historia de España, y a todos los que habitamos en ella...
Todo a su debido tiempo, es verdad, pero no todo debe ser tolerado y menos, sin un grado de grandeza y dignidad...
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