Cuando el río suena, y suena al golpear contra abultados obstáculos que pueden llegar a provocar mucho ruido, y hasta escandalosas consecuencias, podremos comprobar que la actual conducción política, empezará a pagar abultadas facturas, por la ciega ambición de seguir adelante, de quien tutela un timón cuya brújula le cambió el rumbo al norte prudente y adecuado que debió tomar, y no esa deriva confusa por la que optó, sin que sus votantes le dieran aprobación expresa para hacerlo de ese modo...
Cuando se engaña, cuando se mienten, se está dejando a un lado la esencia misma de la Democracia, porque se cae en la falacia de mentir diálogos y propósitos constructivos, para canjearlos al vil precio del poder y la ambición...
Por España, y por todos los habitantes, quisiera equivocarme, pero algo me anuncia que cuando el río suena de ese modo, incluso con ecos negativos que llegan desde fuera de fronteras, nada bueno puede esperarse.
Intuyo anuncios de conflictos colectivos, cuya dimensión no deseo imaginar...
Cuando se engaña, cuando se mienten, se está dejando a un lado la esencia misma de la Democracia, porque se cae en la falacia de mentir diálogos y propósitos constructivos, para canjearlos al vil precio del poder y la ambición...
Por España, y por todos los habitantes, quisiera equivocarme, pero algo me anuncia que cuando el río suena de ese modo, incluso con ecos negativos que llegan desde fuera de fronteras, nada bueno puede esperarse.
Intuyo anuncios de conflictos colectivos, cuya dimensión no deseo imaginar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario