Hay un concepto que de tanto reiterarlo, se ha convertido en una especie de leyenda que ya de por sí, falta a la verdad, y es que el tango rioplatense es poco menos que un bolsón de penas, de amores no correspondidos, de amargas experiencias...
Y en mi opinión no es así, y es otra falsa generalización.
Los letristas miraron en su tiempo la cruda realidad, sucesión de "momentos" en los que se mezclaban tristezas, con picardías, humor, amores no correspondidos, poesía, el humo embriagador de las noches, que se danza en apretado abrazo junto al "chamuyo"insinuador de una conquista, en un arrabal poblado de "compadritos" con un lenguaje cargado de expresiones lunfardas en ese ayer tan lejano donde inolvidables vocalistas fueron dejando testimonios en ecos musicales que predominaron en mi niñez, mi juventud y gran parte de mi vida, ahora tan desdeñados...
Fue tanta su difusión, entonces, que los ecos del tango, han quedado grabados a fuego dentro de mí, que sigo cantando sus sones sin poder desprenderme de ese ayer que tanto me sigue convocando; por eso, tan solo por eso yo también canto así...
Y hoy Julio Sosa, inolvidable zorzal tanguero, vuelve a llamarme al expresarse en un recitado así:
"Pido permiso señores, que este tango..., que este tango habla por mí,
y mi voz entre sus sones, dirá porqué canto así....
Porque cuando pibe, ah...,porque cuando pibe, me embriaga en tango la canción materna,
pa´ llamar al sueño, y escuché el rezongo de los bandoneones,
bajo el emparrado de mi patio viejo...
Porque vi el desfile de las inclemencias,
con mis propios ojos llorosos y abiertos, y en la triste pieza de mis buenos viejos,
cantó la pobreza su canción de invierno...
Y yo me hice en tangos, me fui moldeando en barro, en miserias,
en las amarguras que da la pobreza, en llantos de madre,
en la rebeldía del que es fuerte y tiene que cruzar los brazos, cuando el hambre viene...
Y yo me hice en tangos, porque...,¡el tango es macho! ¡Porque el tango es fuerte!
Tiene olor a vida... Tiene gusto a muerte...
Porque quise mucho y porque me engañaron, y pasé la vida masticando sueños...
Porque soy un árbol que nunca dio frutos, porque soy un perro que no tiene dueño.
Porque tengo odios que nunca los digo.
Porque cuando quiero..., ah..., porque cuando quiero me desangro en besos.
Porque quise mucho y no me han querido, por eso, tan solo por eso canto tan triste.
¡Por eso...!"
Y yo..., no lo olvido, para que el tango no muera del todo...
Por eso, tan solo por eso, yo también los canto así...
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