martes, 16 de abril de 2013

Voluntariado de Cáritas...

Son muchas las tareas que asumimos a diario, y entre otras, integramos el voluntariado de Cáritas en la parroquia de nuestro pueblo.
 
Tengo claro que no es mi ser ni mi protagonismo lo que se debe resaltar, que por otra parte es lo menos importante.
 
Somos meros obreros del amor, cumpliendo una tarea de asistencia a los más necesitados. que ponemos nuestro tiempo y nuestras voluntades, sensibilizados por la difícil situación que muchas familias afrontan en estos momentos, gracias además, a fuentes de abastecimientos que generosamente apoyan la misma causa.
 
Pero no estoy conforme, es más, jamás lo estaré.
 
Más allá de comprender que somos apenas un eslabón de una gran cadena de caridad, creo que lo más importante no es lo que hacemos cuando por el contrario deberíamos apuntar, además, a provocar sacudimientos interiores de modo tal que los necesitados no se quedaran en la mera recepción de alimentos y se dispusieran con otra actitud a buscar la elevación personal bregando sin claudicar en la búsqueda de horizontes nuevos para ellos y su familia.
 
Dicho de otro modo, intentando sacar de sí iniciativas en aras de la dignidad de sus vidas, porque es verdad de que "no sólo de pan vive el hombre", y por ello, hay que transpirar la existencia involucrándose en desafíos cotidiados que nos pongan a todos por las sendas de la realización, sin tener que depender ni adoptar posturas poco menos que mendicantes, y lo que es pero aún, acostumbrarse a ellas..
 
Tenemos suficientemente claro que todos nos necesitamos, que de algún modo todos somos necesitados que si bien hoy podemos estar ofreciendo algo, las circunstancias de la vida en sus vueltas tantas veces imprevistas, nos pueden poner mañana ante situaciones adversas.
 
Por eso, todos, unos y otros, adoptemos la sencilla y relevante postura de pelear la vida para superar las contingencias de modo tal de que no se nos enquisten en nuestras entrañas, males estructurales asimilando conceptos mediocres, de que siempre solemos ser víctimas cuando en realidad deberíamos vivir como vencedores conquistándolo todo, y sin perder la postura humilde, levantar la perspectiva y vivir con otra altivez...
 
No quiero a mis semejantes quebrados. Deseo verlos con la cabeza levantada, siempre detrás de nuevos intentos, sin sentirse avergonzados por ninguna adversidad, ni tampoco dar motivos para caer en redes de sospechas por actitudes que no son justamente, las que generan más consideración y respeto.
 
No estoy conforme, por lo cual elevo mi grito de esperanza y le pido al Señor que nos sugiera discernir mejor lo que hasta ahora no hemos hecho del todo bien, al no despertarle a los necesitados de hoy, compromisos certeros para construir un mañana mejor, sin tener que apelar a la caridad que "hoy les da un pez, pero no les enseña a pescar...."
 
Algo dentro de mí, provoca gracias a Dios, una nueva rebeldía y por eso expreso que no estoy conforme.

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