viernes, 30 de abril de 2010

No vivo en el ayer, pero no lo olvido...

Siempre he criticado a quienes pierden la memoria. No porque tengan la mente enferma, se les ha enfermado el alma; les conviene olvidarse desde dónde vienen, para que no les descubran hacia dónde van...
No vivo en el ayer, pero no cometo la insensatez de olvidarlo.
Justamente por ello, entre otra razones, es que no comprendo ni comparto muchas cosas de este presente que ensombrecen la vida del hombre...
Y no estoy dispuesto a silenciarlo, le daré pelea a todo aquello que ponga en riesgo a la libertad, que es cuando se pisotea la dignidad de los seres, y no sólo por las dictaduras.
Hay otros infames atropellos enmascarados en hipócritas vilezas por las que tantos claudican para que otros se enriquezcan con su declinación.

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