Se han quedado en los alcances de su propia pequeñez, le han puesto un techo, un límite, a la potencial maravilla del ser y el crecimiento que está en sus entrañas y se han confundido, no comprendiendo todo cuanto han recibido del amor, haciendo un canje injusto que les impide levantar vuelo...
¿Cómo han sido posibles tantos bloqueos, tanto oscurantismo, tan mezquino vivir?
Si a la especie humana se le ha dado tanta potencialidad, el habla, la conciencia, los sentimientos, la maravillosa ingeniería psicosomática que regula sus reacciones y actitudes, ¿cómo puede ser posible que todo se acabe allí con la muerte y se nos temine todo?
Yo sé que todos no estarán de acuerdo con esa certeza, al menos para mí. Pero no lo hago para convencer a nadie.
Lo intento para compartir sin temores que lo creado por el amor, no puede ser concebido en su totalidad dentro de la poquedad de lo humano solamente, sino de una trascendencia que le permite al milagro divino estar subyacente en su permanente presente, aquí, allá, y también, en el más allá...
Toda la creación, nos permitiría hacer una innumerable relación sobre esa otra dimensión que solemos desdeñar.
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