El actual timonel del gobierno de España, principal responsable de la deriva que ha generado por su ambición extrema, en cuanto a no desprenderse del sillón de La Moncloa, apareció ayer públicamente visiblemente irritado y molesto, defendiendo a su candidato en las elecciones de Catalunya, sosteniendo palabras más, palabras menos que::"la calumnia a que ha sido sometido el ex-ministro Salvador Illa, en la última aparición televisiva de los candidatos, no procede, porque no todo vale en política..."
En mi concepto, sus palabras contienen un cinismo y una hipocresía extrema, porque él mismo ha calumniado la unidad y concordia entre los españoles; ha calumniado las tradiciones partidarias moderadas del PSOE, convirtiéndolo en "sanchista" así con minúscula; ha calumniado con sus concesiones y pactos la grandeza con la que esta gran Nación conquistó décadas en paz, prosperidad y desarrollo, logrando merecidos reconocimientos a nivel comparativo en el concierto mundial..., al altísimo precio de vidas, sangre, sudor y lágrimas que enaltece su historia...
Y todavía, en su deriva que por ahora lo mantiene atado a su apetitoso sillón, con su silencio cómplice y además cobarde, se ha doblegado ante insultos, amenazas y chantajes, con las facturas que son verdaderas calumnias para España, para los españoles, y todos los que habitamos en ella...
"No todo vale en política ni cualquier otro intento, y mucho menos, cuando se intenta "hacerlo de cualquier modo" arrojando sombras e incertidumbres sobre el valor supremo de la Libertad y la Democracia...
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