No sigamos hiriendo de muerte a la dignidad que a "todos" nos corresponde por derecho natural, por la maldad; la soberbia; la crisis de ambiciones; los intereses creados,el permanente expolio del sistema financiero, la crueldad de las guerras y el terror, el triste negociado de la reconstrucción de las ruinas que dejan los conflictos armados, las inversiones en los arsenales de la muerte, la insensibilidad de no aplicar voluminosas masas financieras en inversiones productivas generadoras de empleo, las enajenaciones mentales que llevan a tantos a arrodillarse ante el altar del dinero y el poder; el consumismo salvaje, la mediocridad de algunas conducciones políticas; la permanente agresión al medio ambiente que nos cobija; la manipulaciones y las trampas para no dejarnos pensar, las explotaciones más indignas, por la hipocresía de "algunos" que no son pocos, que viven atentando contra sus semejantes, sembrando miserias, fracasos y desesperanzas alrededor de quienes son más, y más olvidados y desprotegidos...
No son necesarias más palabras, para "pintar" la indignidad de "algunos que no son pocos..."
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