miércoles, 4 de marzo de 2015

Qué fácil es levantar vuelo...

Por darle importancia a otras cosas, por priorizar superficialidades, por rendirle tributo a la mezquindad, por darle rienda suelta a los caprichos, por ser prisioneros de ruines propósitos, por arrodillarnos ante el altar de falsas idolatrías, por enajenarnos de tal modo que caemos en el precipicio sin retorno de no tener el más mínimo control de nosotros mismos, por perder nuestra salvación al caer en la canalla extrema del exterminio con el que se expresa el terror..., bloqueamos lo esencial, no oxigenamos el alma, se nos anquilosa el ser, dejamos de amar y al fin, nos confundimos y nos apartamos de todo aquello que está latente al dejar a un lado aquello tan valioso de: "qué fácil es levantar el vuelo..."
 
Sí, acercarse a la Verdad del amor, al intentar otear atajos que nos permitan alcanzar horizontes nuevos, más luminosos, más sencillos, dándole rienda suelta a nuestra libertad para que la vida tenga verdadero sentido, al optar por senderos que no nos lleven a ningún laberinto repleto de trampas...
 
!Que fácil es levantar vuelo!
Solamente tenemos que resolvernos a conjugar el verbo "amar" en sus tiempos más importantes: presente y futuro, o lo que es lo mismo, en cada presente que nos toque vivir..., porque estamos convencidos de que "el presente es un tiempo en el que se universalizan todos los tiempos del hombre".
 
Así tuvimos la osadía de definirlo hace ya varios años, y así lo reiteramos hoy. Pero para eso hay que sentir en el alma el coraje de amar y el propósito de levantar vuelo...
 


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