Este Blog mío, que inicié en el año 2009, con el único propósito de compartir mi sentir, y jamás intentar convencer a nadie de nada, es un vivo testimonio del que nunca me apartaré...
Tengo plena conciencia en cuanto a los contenidos que desde hace años comparto por este medio, que me he movido haciendo un equilibrio responsable, "entre la opinión y el juzgamiento", y tantas veces, sin saber dónde está el límite que la prudencia me reclama...
Como en todos mis aportes (en mis libros en los diversos estilos abordados, en mis artículos misceláneos, en los coloquios culturales en los que he participado, en conferencias a las que se me ha invitado), he incorporado un condimento común: que es mi pasión, porque es algo que vive en mí, que está en mi naturaleza, la permanente actitud de darme, de ofrecerme a mis semejantes de responder a los llamados que me convoquen y que yo comparta, de conjugar el verbo: DAR (en pasado, presente y futuro), sin reservarme ni ocultar nada, sin cálculos previos de notoriedad o rendimientos que no tienen cabida en mí...
En búsqueda de la VERDAD, recurrí siempre a la diversidad temática en aras de la vocación lectora que acompaña mi vivir desde mi juventud, buscando a los que saben más, informándome en las diferentes fuentes que difunden la realidad que investigo para legitimar las opiniones que comparto, más todo lo aprendido en las aulas a cielo abierto, a la intemperie de la Universidad de la Vida, que entiendo que son las que más enseñan, donde más se aprende...
En mi largo vivir siempre he respetado la opinión de los demás, porque cada quien tiene el legítimo derecho de mantener sus ideas en la materia que sea, en lo político, religioso, moral, social, filosófico, educativo, o el escenario que sea...
Lo que nadie tiene el derecho como no lo tengo yo, de "accionar y hacerlo de cualquier modo", sin sujetarse a las normas de convivencia y respeto que cada colectivo se haya dado en sus valores Constitucionales y Legales con sus límites, derechos y obligaciones previamente establecidos...
Y en tal virtud, he realizado mi caminar, y emitido opiniones sin silenciarme, dando la cara, sin esconderme, mojándome, sin someterme, denunciando, olvidándome de mí, sin que "mi yo" se anteponga "al nosotros", justamente, porque lo siento así como un eco inextinguible que viene desde mis entrañas, repletas de humildad y sencillez...
Doy gracias en cada amanecer, por cuanto se me ha permitido "ser y hacer" a lo largo de mi larga existencia, y me siento honrado por quienes se han detenido en mí ( los que han leído mis libros en papel con mi respaldo editorial de siempre o en forma digital), y demás registros y aportes, "pocos" que figuran como seguidores en este Blog, pero "muchos más" que se comunican conmigo por otros medios que la tecnología pone a su alcance y que yo ni siquiera conozco, me justifican plenamente mis intentos...
Felizmente, vivo cargado de motivos y desafíos nuevos imantados de esperanzas que me atan a la vida, y así continuaré mientras un suspiro permanezca en mí...