El 25/10/2013 tuvimos (lamentablemente muy pocos) el privilegio de estar presentes en la conferencia que nos dictó don Antonio Milán Fitera experto en medios audiovisuales de información y ocio, sobre el impacto de las redes sociales en la adolescencia y el mundo de internet.
Arquitecto de profesión, se sintió llamado por estos temas tan trascendentes y se ha dedicado a ellos en investigaciones, conferencias, coloquios, escuela de padres, etc., dedicándose a la educación sobre estos temas tan importantes, producto de la evolución tecnológica ante la cual es imprescindible estar debidamente formados, justamente para no convertirnos en cautivos, en definitiva, del mal uso que se pueda hacer a través de esos medios.
Somos conscientes que es imparable esta revolución tecnológica en esta era de información y deformación que nos pueden transmitir.
Somos también conscientes de que el reinado del materialismo con el que nos torpedean a diario a través de esos medios, nos deben encontrar y más que nada a los adolescentes, muy bien preparados para no dejarse manipular por los excesos que allí encontrarán.
En este presente del mundo globalizado actúan fuerzas penetrantes con las que ese materialismo se expresa para confundirnos y no dejarnos pensar, y no solo hay que estar atentos al impacto de las redes sociales, sino a otros desvíos desde cúspides a las que no es fácil llegar, que diseminan sus diversas deformaciones ante las cuales los padres, y la familia toda deben estar alertas e involucrarse activamente para hacerle frente al arsenal con el que nos bombardean.
La ventaja que llevaremos a priori, entonces, es que ahora lo sabemos, y eso nos tiene que servir para adoptar roles y compromisos ante un mundo en que en vivo y en directo nos muestra las andanadas con las que se expresa el escándalo, la perversión, el acoso escolar, la pornografía infantil, el tráfico de órganos, las drogas, etc., antivalores perversos ante los que tantos claudican y otros se benefician por ese descarnado e insensible materialismo que los ciega.
Gracias don Antonio por su disertación comprometida, por sus investigaciones, por sus singulares aportes con la valentía de no negar todo lo bueno que hay detrás de las redes sociales y de internet en general, recalcando que hay que saber ubicarse ante ese tsunami arrasador (así lo pensamos), con la valentía y el coraje de no dejarse arrastrar por la insensatez de evadirnos del problema y de no adoptar medidas imprescindibles de protección para nuestros hijos y nietos que al fin, son y serán destinatarios de esas sombras antojadizas y mal intencionadas que pueden herir sus dignidades...
Para quienes en el largo vivir hemos logrado un escudo protector con la dureza del diamante ("lo hemos sostenido desde siempre en el sentido de la dureza que no admite huellas mientras no sea polvo...") que nos ha hecho afirmar y repetir que ya no nos entran ni las balas, no podemos ni debemos abandonar la trinchera desde la cual alertar, formar,
educar, y repetirles a nuestros jóvenes, que hay otro mundo diferente a los atropellos de la inmediatez y por tanto perdurable, que es el del buen vivir en el amor que no deberíamos abandonar ni por un instante dejar a un lado...
Con validez universal, con fe como la que sustentamos, o sin ella, dado que cada quien tiene el legítimo derecho de orientar su vida según sus certezas. . Solamente así se puede afirmar la dignidad del ser humano que al fin debe aprender a decir no, por ese camino no transito por más trampas que me pongan por delante...